martes, 15 de agosto de 2017

Llegó el momento de actuar sin vacilaciones

No nos queda sino actuar con coherencia y responsabilidad, defender el interés supremo de la paz y romper las secuelas del Frente Nacional.

Félix Amín Tobar Tafur

Por: Félix Amín Tobar Tafur- especial para EL PREGONERO DEL DARIÉN 

El desprecio por la democracia, la corrupción que pulula por toda la institucionalidad, el populismo de extrema derecha que ha llevado a estructurar un discurso para desmontar lo que en 8 años de desastres del gobierno anterior hemos pagado con alto precio los colombianos, unos partidos políticos atomizados sin norte y sin ideología y una sociedad fatigada, incrédula y decepcionada; es un cuadro fatídico pero real que promete sacudir la apatía de la sociedad colombiana.

Es increíble ver a los expresidentes que en nuestra historia contemporánea han sido responsables de buena parte del desastre humanitario, la entrega de nuestra soberanía a los intereses nortemericanos y la delicada situación en temas de salud y educación, armando componendas y apelando al cinismo, para seducir la voluntad de los colombianos, es decir: vienen por más. Lo permitiremos?

Anunciar campañas para oponernos al tamal, la chicharronada o el pago del voto el día de las elecciones, o impedir la repartición de mercados, cemento o tejas de zinc es quijotesco, porque la miseria de buena parte de la población no permite pedir dignidad ni conciencia en el momento de decidir por quienes tendrán la responsabilidad de legislar y gobernar el país en el próximo periodo. Lo que si podemos sugerir es que encarezcan el voto, que pidan siempre el triple de lo que ofrecen y luego frente a los tarjetones señalen con responsabilidad la mejor alternativa a juicio de cada cual, para dar un brochazo de responsabilidad política con Colombia.

A Petro lo descalificarán por ex guerrillero pero no por corrupto, a Claudia López por su condición sexual pero no porque tenga rabo de paja, a Jorge Robledo por ser del MOIR pero no por arrodillado a los intereses oficialistas, a Clara López la descalificarán por haber sido Ministra de Santos pero no por atender los caprichos mezquinos de su clase, a Sergio Fajardo por no tener sexo político pero no por falta de creatividad e ingenio para captar franjas importantes de ciudadanos. Ello significa que tenemos una baraja importante de candidatos de calidad ética, política y de responsabilidad social para romper la cadena tradicional que generación tras generación nos han gobernado, aumentando la pobreza, distribuyendo el ingreso entre los mismos de siempre y garantizando que puedan disfrutar de las mieles del poder en absoluta calma.

Por ello, no nos queda sino actuar con coherencia y responsabilidad, defender el interés supremo de la paz, buscar propuestas de compromiso con el desarrollo social y comunitario, romper las secuelas del Frente Nacional, identificar a quienes se comprometan con el desarrollo humano y que lo coloque por encima de las moles de cemento, desarrollar nuevas teorías sobre las repercusiones del cambio climático y la necesidad de implementar acciones que mitiguen los daños causados al ecosistema y acabar con los negocios o “Peajes” que se montaron para favorecer los amigos de los gobiernos de turno. Mejor dicho, tenemos que actuar si queremos en esta coyuntura tener alternativa de construir una Colombia en paz que garantice mejorar las condiciones de vida de toda la población, sin odios, sin resentimientos, sin discriminación, solo con la grandeza que no exige este momento.