sábado, 22 de octubre de 2016

¿Qué carajo le está pasando a esta sociedad?

Opinión:

Si la justicia colombiana que está contaminada por la corrupción, no actúa, con seguridad que los tribunales internacionales llevarán a buen recaudo a todos aquellos comprometidos con el dolor, el sufrimiento, la angustia de un pueblo


Por Félix Amín Tobar Tafur-Especial para EL- PREGONERO DEL DARIEN

Los últimos acontecimientos que se han venido sucediendo en el país le dan vida a la frase célebre de Gabo quien decía que en Colombia “la realidad superaba la ficción”. Y no es para menos. Basta analizar los acelerados hechos nacionales para diagnosticar una enfermedad colectiva, que concentra amnesia, esquizofrenia, y demencia. No de otra manera se puede interpretar manifestaciones y expresiones mayoritarias de respaldo a personajes y decisiones que rompen con la lógica de una sociedad acorralada por la corrupción, la violencia, la mentira y la politiquería.

Uno no atina a interpretar como después de padecer los horrores de una guerra que ya se remontó a medio siglo, con saldos escalofriantes de más de 220.000 muertes que se tienen documentadas, de los cuales el 81.5% son civiles y 18.5% corresponden a combatientes, el desplazamiento de 7.210.949 colombianos, especialmente campesinos pobres, las víctimas suman 8.349.484. (Estadísticas del Registro Único de Víctimas). Igualmente se gasta en la guerra un promedio de 7.6 billones de pesos año, lo que equivale a 22.000 millones de pesos diarios, por lo que podemos deducir que se han gastado en casi seis décadas 411 billones de pesos; pero cuando estamos encontrando la luz al otro lado del túnel, una franja de la población minoritaria opta por hacer eco a los tambores de la guerra, a quienes realmente se lucran de ella, le sacan provecho político para perpetuarse en el poder y lo más grave que los hijos del pueblo se maten unos a otros; ellos mismos quienes han reconocido que utilizaron todo tipo de engaños y artimañas para “emberracar” a los colombianos de “bien”, y lograron en un hecho sin registro en la historia rechazar un acuerdo construido en casi cinco años de negociaciones, en medio de la desconfianza y el escepticismo. 


 Félix Amín Tobar Tafur-Especial 

Para poder interpretar hacia donde apunta la enfermedad de esta sociedad podemos revisar el caso de un Procurador General de la República, que acudiendo a las tesis más ortodoxas y revalidadas por la Iglesia Católica, ha puesto a temblar la democracia del país, con un poder que no tiene y sin embargo de manera fraudulenta pudo instalarse ilegalmente en el cargo por tres largos años, sin que hubiese poder humano que detuviera tal arbitrariedad. Las actuaciones de Alejandro Ordoñez figurarán en los anales de la historia por la desfachatez de atropellar líderes políticos de la oposición, sectores sociales importantes y quien está en la obligación constitucional de defender los intereses del pueblo se volcó contra éste, al convertirse en uno de las principales talanqueras del proceso de paz. A pesar de todo esto existen sectores amplios en Colombia que hoy estimulan una posible candidatura presidencial y como están las cosas de raro no tiene nada.

Finalmente el que debería en este país ser el innombrable, el señor Álvaro Uribe Vélez, el que aún los grandes medios de comunicación mantienen su popularidad en los más altos niveles que registre personaje alguno, el gran “mesías”, el mismo que cambió la Constitución para hacerse reelegir, comprando con notarias y mermelada a los congresistas, como quedó demostrado en la “Yidis política”; el de los “buenos muchachos” que terminaron encarcelados “después de que votaron” y “decidieron”; el mismo que lideró 5 reformas tributarias, aumento las edades de pensión, acabó con horas extras, recargos nocturnos, el que reprimió las protestas sociales con el SMAD, encarceló dirigentes sociales y judicializó las expresiones de sectores pobres. El que siendo senador de la República fue ponente de la ley 50 de 1990 y la ley 100 de 1992 que tiene la salud de los colombianos en cuidados intensivos. Pero un porcentaje de la sociedad le sigue creyendo, le han dado el honor de ser el jefe de la oposición de un gobierno casi igual al que el lideró, con la diferencia que este se la jugó con la paz, pero hoy desconoce que han sido los sectores populares que han defendido este proceso y a cambio el gobierna en contra de este pueblo que le ha dado todo. 

Pero la capacidad de nuestro pueblo es mayor, pronto recobraremos la memoria y si la justicia colombiana que está contaminada por la corrupción, no actúa, con seguridad que los tribunales internacionales llevarán a buen recaudo a todos aquellos comprometidos con el dolor, el sufrimiento, la angustia de un pueblo que perdona pero que no olvida. Ese día cambiará el cuadro patológico de nuestra sociedad.