lunes, 12 de marzo de 2018

Me fui a una cita y llegué feliz

Los partidos con mayor número de senadores mezclados con parapolítica y corrupción fueron los grandes vencedores en las parlamentarias.
Wilmar Jaramillo Gaitán

Por: Wilmar Jaramillo Gaitán 
Psicólogo y Magíster en Educación de la Universidad de Antioquia 

El domingo 11 de marzo me desperté tarde, hice pereza en la cama, me levanté, me bañé y me organicé para una cita que tenía pendiente desde hace algún tiempo. Traté de vestirme para la ocasión, ni muy casual ni muy formal, quería verme bien para ella, era lo menos que podía hacer, así que de jean y camisa manga larga morada, tomé la decisión de salir de casa, con algo de ansiedad, con mariposas en el estómago. 

Al salir de casa, encontré de frente la primera sorpresa del día, mis vecinos comiendo tamales, decían jocosamente que ya era hora de que le diera tamal a mi hijo Nicolás, de seis meses cumplidos el día anterior. No quise hacer conjeturas sobre ese delicioso alimento, ni sobre cómo llegó a la casa de mis vecinos, pero a veces, solo a veces, la mente humana juega un poco con nosotros. 

Caminé unas cuadras al lugar de mi cita y me sentía cada vez con mayor ansiedad pero también feliz por lo que se venía, y por fin, estaba ahí frente a frente con ella. Ya muchos amigos y conocidos me habían dicho que no era tan bella como yo creía, pero a mí me pareció todo lo contrario, radiante a pesar de todos sus defectos, y ¿cómo pedirle perfección si yo mismo ando cargado de miles de cosas por mejorar? La miré fijamente y nos fuimos cogidos de la mano hacia un rincón, ya allí, a solas, sabía todo lo que tenía que hacer, sabía y sé qué quiero de la democracia, así que para ella, abusada durante tantos años, solo tenía acciones de amor y cariño. Le dejé unas cuantas marcas, lo admito, las hice con firmeza, más no con daño, sino como aquel procedimiento sobre las heridas que deben limpiarse para que la infección no avance. Nos despedimos y me dejó en la incertidumbre. Pensé si esta cita habrá sido tan importante para otros como lo fue para mí, y la noche, con sus resultados, me dejó estas respuestas o si se quiere, reflexiones: 

Senado: 

Los partidos con mayor número de senadores mezclados con parapolítica y corrupción fueron los grandes vencedores en las parlamentarias, dichos partidos son Centro Democrático (CD) con 19 curules y Cambio Radical (CR) con 16 senadores para los próximos cuatro años. Esto no quiere decir que todos los que hacen parte de estos partidos sean corruptos o tengan alianzas con paramilitares, pero jamás han hecho un pronunciamiento serio en contra de estos hechos y comulgar con dichos militantes solo deja una estela de complicidad que se acepta porque les genera votos, repudiable desde todo punto de vista, así muchos pretendan justificarlos. 

Quemados: José Obdulio Gaviria, primo de Pablo Escobar, de quien Andrés Pastrana afirma que recibía dineros del capo de la mafia para financiar sus campañas. 

Alfredo Rangel: Conocido por sus posturas cambiantes de orilla a orilla, militante hoy del Centro Democrático, en el 2004 esto decía: “La guerrilla, aunque muchos hoy se nieguen a reconocerlo, es distinta. Aun cuando recurra al secuestro, a la extorsión y al narcotráfico para financiarse, su naturaleza es esencialmente política. Utiliza medios bandoleriles, pero sus objetivos son políticos, no de enriquecimiento personal. El hecho de que la guerrilla trafique con droga no la convierte en una mafia”. ¿No me cree? Busque en el periódico El Tiempo del 31 de diciembre de 2004. 

Luís Alfonso Plazas Vega: Conocido por su “Aquí defendiendo la democracia, maestro”. Autor material de la retoma del Palacio de Justicia, hecho iniciado por guerrilla del M-19, donde en la actualidad hay evidencia de que las personas que salieron vivas fueron asesinadas por el ejército en instalaciones militares. ¿Hay responsabilidad del M-19? Del todo, pero no dejemos los militares por fuera. 

Everh Bustamante: El único guerrillero bueno para el CD, de él jamás han dicho “paz sin impunidad”. Su obra cumbre en el legislativo pasado es ser coautor del proyecto de ley: “Por medio del cual se crea una Sala Penal Militar en la Corte Suprema de Justicia y se establecen disposiciones transitorias en relación con el juzgamiento de los miembros de la fuerza pública. [Sala Penal Militar en la Corte Suprema de Justicia]”. Todo indica que es para favorecer a los militares incursos en los delitos atroces llamados cariñosamente en Colombia “falsos positivos”. Eso sí es paz con impunidad. 

Oswaldo Ferri Ortiz: Un conocido fanático religioso, relacionado con dineros del chavismo, según investigación del periodista Yohir Akerman. Más conocido por tratar con asco a personas de orientaciones religiosas, políticas y sexuales diferentes a las que predica. Toda una vergüenza para la política del amor que profesaba Jesucristo. 

Sorpresas: 

La lista Decentes, casi todos nuevos en la arena política y con escasos recursos lograron 4 curules: Gustavo Bolívar, quizá el más conocido de todos a nivel mediático; Aída Avella, sobreviviente del genocidio de la UP (toda una vergüenza a nivel mundial); Gloria Flórez Schneider, una mujer que lleva treinta años trabajando por la paz, los derechos de los pueblos mestizos, indígenas y afro, y los derechos de las víctimas a la justicia, la verdad y la reparación y por último, un desconocido para muchos, Jonatan Tamayo a quien los medios llaman “Senador “Manguito” la sorpresa de las elecciones”, un trovador del Meta. 

Con los resultados en el senado, hay dos cosas claras: Iván Duque, ganador de la consulta interpartidista de la derecha, tiene un camino pavimentado hacia la presidencia. La segunda, Fajardo cada vez más arrinconado y demasiado selectivo para buscar alianzas, le resta posibilidades a la centroizquierda de poder llegar el primer cargo en el ejecutivo. La Alianza Verde solo logró sacar un Representante a la Cámara en Antioquia, y ese es el supuesto fortín del candidato de la Coalición Verdes-Polo. 

Ahora los números que más me gustaron: 2.849.331 de votos por Gustavo Petro en la Consulta “Inclusión Social por la Paz”. Con los medios de comunicación en contra, sin cuotas en el legislativo ni en el ejecutivo, sin empresariado, sin maquinaria, con escasos recursos económicos (la mayoría asumidos por ciudadanos), saca la votación más alta de la historia para la izquierda, un hecho innegable que lo hace un candidato fuerte para disputar una segunda vuelta. 

Duque y Petro se van consolidando como candidatos fuertes, pero hay otras maquinarias fuertes que no le hacen el trabajo fácil a ninguno de los dos. Ambos candidatos despiertan amores y odios entre los votantes, lo que ha servido para que otros se aprovechen del término “polarización” para ponerlo en el discurso de los colombianos. 

Ambos candidatos tienen propuestas interesantes, pero como he dicho en otros espacios, cualquiera que ocupe la presidencia de Colombia, no podrá resolver la mayoría de los problemas más complejos del país. Ahí se requiere de mayor inversión en educación para que podamos hacer lo mínimo, no matarnos por pensar diferente. Por eso mi apuesta es por Petro, porque cuando pudo, destinó un recurso importante para la educación “el más alto en 20 años”, según los mismos medios de comunicación. Así que creo en su discurso cuando dice que subirá el presupuesto de la nación en esa línea, ese sentir va más allá de la típica propuesta tradicional que no cumple con nada. 

Ahora la cena está servida, escoja usted lo que más le guste.