jueves, 4 de mayo de 2017

Colombia: Venezuela para los Venezolanos

Resulta ofensivo que ex presidentes colombianos traten de dar cátedra de democracia en Venezuela, olvidando el genocidio en Colombia

Por: Félix Amín Tobar Tafur Especial para EL PREGONERO DEL DARIÉN

Lo más impopular que resulta hoy por hoy es opinar sobre Venezuela y más en el caso mío, que sigo convencido, que en medio de las dificultades y de los errores cometidos por el gobierno de Maduro, la revolución Bolivariana vino para quedarse en América Latina.

Con seguridad más desafectos que afectos que genera esta columna, me permito hacer tres reflexiones, una para contextualizar la opinión sin el ánimo de seducirla y dos de análisis para entender desde otra perspectiva lo que ocurre en Venezuela. Respetaré a quienes disienten con el mismo rasero como lo haré con quienes se identifican.

1.- La revolución Bolivariana impulsada por el comandante Hugo Chávez (Q.E.D), se realizó sin volar oleoductos, sin destruir la infraestructura del país, sin volver añicos la economía y lo más importante sin derramamiento de sangre, no obstante que en el caracazo murieron 3.000 personas, habiendo sido Hugo Chávez uno de los militares de rango que se negó disparar contra su pueblo. Se impuso la fuerza de las ideas, la necesidad del cambio, el hastío con una clase dominante, que como en Colombia, se adueñaron de los recursos naturales e instrumentalizaron las instituciones y colocaron la riqueza del país a su servicio. Ninguno de los líderes de la oposición es hoy diferente a esa casta dominante que se lucro de la riqueza generada por el petróleo en Venezuela. La revolución Bolivariana nacionalizó el petróleo, democratizó su explotación, socializó beneficios y al final el descontento y la guerra económica impulsada por la oligarquía Venezolana, ha logrado crear fuertes frentes de oposición, con el propósito de volver a controlar el estado, con el sueño de regresar a esos tiempos de bonanza para unos pocos.

2.- Desde el punto de vista geopolítico, EE.UU tiene particular interés en que sus antiguos aliados regresen al poder. Basta mirar la ubicación geográfica de Venezuela comparada con la del medio oriente, y podemos deducir que los costos del transporte encarecen significativamente el crudo y donde además yacen las más grandes reservas petroleras en el mundo. Sumado a ello Venezuela sigue siendo estratégico para el control sobre un continente que promete no volver a ser patio trasero de los gringos. No resulta casual que los mayores conflictos en los que tiene metida la mano los EE.UU son en países potencialmente productores de petróleo. No hay que olvidar que EE.UU importa el 60% del petróleo que consume, toda vez porque tiene el mayor número de autos por individuo en el mundo.

3.- Como la oposición no tiene la fuerza popular y han salido derrotados en 15 oportunidades, apelan a los medios de comunicación: La BBC, NTC, CNN New York Time, Caracol, RCN, el Tiempo etc, para mostrarle al mundo que como en los tiempos de Fidel Castro y la Revolución cubana “Fidel comía niños y cocinaba gente”, para sensibilizar y justificar una intervención extranjera, que saque del poder el gobierno legítimamente constituido en Venezuela. Sí han existido excesos de la guardia Nacional Venezolana, es cierto que se ha reprimido la protesta ciudadana y como en nuestro país se ha perseguido la oposición. Pero también es cierto que existen marcados intereses desestabilizadores y muchos han sido víctimas de los mismos opositores.

Resulta ofensivo que ex presidentes colombianos traten de dar cátedra de democracia en Venezuela, olvidando el genocidio en Colombia y bajo sus gobiernos, persiguieron la oposición, desaparecieron luchadores sociales, reprimieron la protesta social y hasta los dirigentes obreros los denominaron “terroristas de overol”. Venezuela y los venezolanos deben resolver sus asuntos sin intromisión de ninguna fuerza foránea. Venezolanizar la política colombiana se constituye en distractor de los grandes problemas que nos aquejan y tapar los escándalos de moda como Reficar, Obredecth o la Triple A.