Los administradores públicos se dedicaron a la publicidad engañosa como parte de sus estrategias de gobierno, ávidos de titulares de prensa.
Por: Wilmar Jaramillo Velásquez/El Pregonero del Darién
Aprovechando
una prensa perezosa, cada vez más acomodada a las mentiras oficiales, aferrada
a los presupuestos públicos, que es lo único que la motiva, los administradores
públicos, dígase, presidentes, gobernadores o alcaldes, han impuesto un modelo
de gobierno basados en mentir y mentir, para que los mediocres periodistas
repliquen y repliquen como loros.
Todos
los santos días montan obras, construyen, desarrollan proyectos, pero las inauguraciones
son muy pobres, casi siempre dejando al servicio obras de otras
administraciones que ellos sin ningún rubor presentan como suyas. Para eso está
la prensa, para reforzar sus mentiras sin ningún rigor, para repetirlas una y
mil veces hasta convertirlas en verdades.
Wilmar Jaramillo Velásquez |
La
noticia fue publicada en las primeras páginas de los medios más importantes del
país y con la misma desfachatez con la que anunció dicha utopía, pues era
humanamente imposible cumplir con tal despropósito, ahora dice que nunca dijo
tal barbaridad y todo sigue como si nada y eso que estamos hablando
supuestamente del jefe del estado.
Ejemplos
de estos hay muchos y así se desenvuelve la administración pública en
gobernaciones y alcaldías, anuncios y más anuncios, las oficinas de prensa y de
propaganda que son la misma cosa, arman titulares de prensa para adular a sus
jefes, pero en la realidad son pocas las obras que se concretan.
Primero
anuncian los proyectos en simples promesas de campaña, luego la socialización
de los pocos que sobreviven y quedan plasmados en los planes de desarrollo,
posteriormente, la primera piedra, luego viene la construcción que en la
mayoría de las veces se queda en la mitad del camino y a aquellas que tienen un
final feliz son muy pocas, pero han jugado con la opinión pública, la han
tenido expectante durante largo tiempo.
Mentir
es la característica propia del político, engañar al elector es su principal
cualidad, todo esto ha convertido el ejercicio de la política en una burla colmada de desprestigio e
impopularidad, la última encueta de Ivamer sobre la credibilidad en los
partidos los deja arrastrados con la excepción de Partido Liberal con un
pírrico 14%
Funcionarios
gobernando con titulares de prensa y para colmo falsos, una lluvia de maquetas
y vistosos arreglos digitales para descrestar tontos, pero una realidad que
dice otra cosa.
El
ciudadano y el elector del común deben ser más críticos, más analíticos a la
hora de recibir este tipo de información, o mejor de propaganda, la cual es
elaborada con los mismos presupuestos públicos para engañar justamente a
quienes pagan impuestos.
Los
alcaldes nos tienen ahogados con esos titulares de prensa, con una lluvia de
maquetas y mentiras que repugnan, que asquean al ciudadano, que lo saturan, que
lo molesta, incomoda, que bueno sería que se concentraran en lo fundamental,
como recobrarían la credibilidad concentrados en aquellas obras que en realidad
dejarán al servicio de sus pueblos, ya la época de las mentiras y las promesas
electorales pasó, ahora son gobernantes y pareciera que no se dan cuenta.
Urabá-septiembre/2021